Evangelio, Esperanza y Profecía.

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Vida Consagrada el la Iglesia hoy

En el año de la vida consagrada renovemos nuestra vocación, siendo testigos del amor de Cristo que no llama a ser parte de su misión: Anunciar proféticamente que el Reino está cerca y se manifiesta de manera preferencial en nuestros hermanos/as que sufren a causa del dolor, injusticia, violencia, pobreza y exclusión. Y desde nuestro ser testigos te preguntamos ¿Cuál es tu vocación?.

Sabemos que es una pregunta que provoca al instante una respuesta: no quiero ser sacerdote o religiosa. Y es una , respuesta correcta ya que la vocación es mucho mas que una opción a la vida consagrada.

El significado de vocación es: una llamada o invitación de algo que se pronuncia. Para los cristianos hay una vocación inicial: Somos llamados a la vida por un amor incondicional de parte de Dios, que nos invita a vivir en plenitud nuestra humanidad.

Sin embargo, no hay sólo una llamada. Dios continua invitando a la plenitud de cada persona. Te has preguntado ¿A qué estoy llamado? ¿Cuál es el proyecto de Dios que me lleva a la plenitud? Son preguntas que tocan mi existencia, por eso ten presente que la vocación no refiere sólo al ámbito profesional, es más profunda, tiene que ver en dónde encuentras la razón de ser, aquello por lo que eres capaz de entregar toda tu vida.

No tengas miedo hacerte esta preguntas, Dios te está halando y como Buen Pastor te busca para que encuentres en el La Vida Abundante y le digas: Quiero ser evangelio, esperanza y profecía para otros/as.

¡No tengas miedo en buscar!

 

Hna. Carolina Madariaga Marmolejo

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